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martes, 27 de septiembre de 2011

miércoles 28 paro nacional de la COB en protesta por los atropellos del Gobierno a los indígenes marchistas y en respaldo a sus demandas.

La decisión del presidente Evo Morales de suspender la construcción de la carretera que cruzará por el Tipnis no logro suspender la convocatoria de la Central Obrera Boliviana (COB) de realizar una huelga de 24 horas y movilizado para este miércoles.

“El paro de 24 horas movilizado va adelante y el día viernes hay otros ampliado nacional de evaluación si no hay ninguna respuesta a lo que están pidiendo los hermanos indígena a lo que está planteando al cumplimientos de los puntos que tiene y otros convenios que han suscrito, con otros sectores como con juntas vecinales, con comités cívicos y otros”, dijo el secretario ejecutivo de la máxima entidad de los trabajadores del país, Pedro Montes.

Luego de que el domingo los efectivos policiales intervinieron la marcha indígena en defensa del Territorio Indígena Parque Nacional Isiboro Sécure (Tipnis) y de otras 15 demandas, anoche el presidente Evo Morales anunció la suspensión momentánea de la construcción de la vía y lo sujetó a un debate nacional.

La determinación fue cuestionada por Montes quien dijo que la medida es momentánea y el presidente debe decidir si se suspende o no el proyecto, “eso no es solución, tiene que ser blanco o negro, frio o caliente, y eso se llama va o se anula (la construcción de la carretera)”.

El dirigente pidió a las autoridades nacionales que no traten de justificar sus errores sino que den soluciones concretas  y que se inicie un proceso a los responsables, señalo como uno de los autores al ministro Sacha Llorenti por que ser cabeza de sector.

“Hay una cabeza de los uniformados, de los policías a él deberían suspenderle y debería hacerle proceso, el ministro de gobierno, debe irse por sus actuaciones, por todo el delito que ha cometido”.

La COB dio todo su respaldo a la macha indígena y  a sus reivindicaciones por lo que pidió respeto a los métodos de lucha de los pobres y de los trabajadores ya que la protesta está reconocida por la constitución.

“Cómo se puede entender que un sector de los colonos bloquean y encima viene el bloqueo de los uniformados, como se explica eso, no hay explicación y peor el atropello que han hecho y, a plena luz del día, como es posibles”.

El ministro de la Presidecia, Carlos Romero, dijo que no habían razones para nuevas protestas habida cuenta el anuncio del presidente Evo Morales de suspender la construcción del camino que fue adjudicado por la brasileña OAS.

Romero sostuvo que si estas manifestaciones prosperan será una señal de un interés político contra el gobierno.

sábado, 3 de septiembre de 2011

un homenaje más a Tano Llobet. fue maoísta, socialista con Marcelo, también en el MNR aunque los últimos 20 años descolló en la TV por sus convicciones. opositor al MAS. destaca La Prensa

Se suele observar que cuando una persona muere, se genera una corriente de unanimidad para exaltar sus virtudes y minimizar los defectos y miserias con que todos los seres humanos nacemos y, eventualmente, llevamos a la tumba.
No es éste, sin embargo, el caso de Cayetano Llobet, cuyo deceso era esperado a causa de un cáncer que lo atacó sin piedad. Propios y extraños han sentido su fallecimiento.
Columnista de esta casa periodística durante muchos años, sus letras encarnaron el valor de las personas que han sufrido en carne propia la persecución de las dictaduras. Protagonista, desde la primera fila, de hechos trascendentales de la historia contemporánea de Bolivia. 
Corría 1970. El recuerdo del mayo parisino estaba muy fresco, Woodstock había sacudido a la sociedad estadounidense, Cuba consolidaba su revolución y lloraba la muerte del Che Guevara… En Bolivia, el general Juan José Torres abría un “verano de libertades democráticas” conculcadas por las dictaduras de Barrientos y Ovando.
Cayetano Llobet fue uno de los delegados ante la Asamblea del Pueblo, aquel órgano que llegó a sesionar dos veces, pero que fue conocido como el “primer soviet boliviano”. Llegó el 21 de agosto de 1971 y quienes tuvieron la osadía de pretender otro futuro para el país debieron exiliarse o resignarse a una sañuda acechanza. Fue cuando Tano demostró toda su capacidad a través de la docencia universitaria allende nuestras fronteras.
El sacrificio de cientos de bolivianos, que se echaron a morir entre diciembre de 1977 y enero de 1978, permitió la apertura de un breve paréntesis democrático entre las dictaduras militares. Llobet volvió al país. Se alejó del comunismo maoísta de su primera juventud y se sumó a un proyecto que subyugó a varias generaciones, especialmente jóvenes: el Partido Socialista-1 liderado por Marcelo Quiroga Santa Cruz.
Llobet estuvo al lado de su líder el 17 de julio de 1980, cuando una horda paramilitar, que obedecía las órdenes de Luis García Meza y Luis Arce Gómez, arremetió contra la vida de Marcelo. Nunca se perdonó no haber podido hacer algo más para evitar el cobarde asesinato de Quiroga Santa Cruz.
Al regresar al país, Llobet abrazó la segunda actividad que lo caracterizaría hasta el día en que cerró los ojos, el periodismo de opinión.
“¿Opas seremos…?”, “Así nomás había sido…”. Fueron dos de las más felices expresiones que acuñó para criticar con elegancia, mordacidad y precisión las cosas que políticos y no políticos hacían y deshacían en el país.
Hizo una conversión y pasó de la izquierda a ser un defensor de la democracia. Fue un fuerte crítico de los partidos de turno, incluyendo el Movimiento Al Socialismo. Siempre expuso razones que, rebatibles o no, llevaban la estampa de convicciones frente a las que sólo cabía el respeto.
Murió como encaró la vida. Sin concesiones. Ahora, paz en su descanso.

jueves, 1 de septiembre de 2011

también bajo el Penoco extrañará a Tano (Cayetano) por su claridad, su lenguaje directo a veces temerario.

“Difícil”, fue el título del último artículo que escribió Cayetano Llobet hace algunas semanas. Lo redactó con mucho esfuerzo, con las pocas fuerzas que aún le quedan. Sus análisis políticos se han vuelto esporádicos por la maldita enfermedad que le ha consumido el cuerpo, porque su mente continuaba lúcida como siempre. Sus innumerables seguidores, aquellos que nunca lo han abandonado pese a que el régimen gobernante se ha encargado sistemáticamente de cerrarle espacios, ya lo habían echado de menos hace mucho tiempo y será muy difícil encontrar en el periodismo nacional otro lugar con la misma lucidez y perspicacia que ofrecía el ‘Tano’ Llobet en sus columnas. En este país lleno de sorpresas y confusiones, un servicio como el que presta Cayetano es invalorable. La orientación y la interpretación de los hechos es un valor que muy pocos periodistas pueden alcanzar con la misma precisión y claridad con las que lo hacía este incansable luchador por la libertad. El ‘Tano’ no solo es un periodista, es un docente que desmenuzaba como nadie la realidad nacional, alguien a quien no se le escapa nada. Por eso es que será difícil, muy difícil Cayetano… y no habrá más remedio que hacer un “paréntesis”.