No todo fue alegría y regocijo a la llegada de la marcha del Territorio Indígena y Parque Nacional Isiboro Sécure (TIPNIS) a Caranavi, pues cuando se desarrollaba el acto de recibimiento, en la plaza principal Simón Bolívar, un osado individuo gritó en medio de la multitud "todo esto es una mamada".
La frase provocó un malestar colectivo en medio del acto, pues el individuo, ubicado al costado derecho del escenario improvisado que se acomodó para dar el recibimiento a los indígenas, fue víctima, primero, de abucheos, silbidos e insultos, posteriormente fue agredido físicamente por la multitud de caranaveños que se encontraban cercanos a él, quienes le gritaron "fuera masista".
La frase le costó una serie de moretones y sangrados en su rostro, pues los vecinos de Caranavi lograron agarrarlo y meterlo, ante los empujones y por unos segundos, dentro de una tienda de ropa, posteriormente el tumulto lo sacó a la calle nuevamente y lo tumbaron al piso para continuar con la golpiza.
Luego de tres minutos aproximadamente que duró la arremetida, el individuo, solo frente a la gente, empezó a gemir de dolor y los que lo rodeaban, ante la situación, dejaron de agredirlo e iniciaron su traslado a otro sector lejano a la plaza Simón Bolívar.
"Déjenlo que se vaya", decían algunas vendedoras que presenciaron el acto y que robó por esos minutos la atención de quienes estaban escuchando los discursos que hacían los dirigentes de la marcha que estaban frente al micrófono.
"Yo soy ciudadano normal, no sé por qué me han pegado", expresó el individuo que repudio la marcha indígena, antes de ingresar a un alojamiento que, minutos más tarde, cerró sus puertas para que la gente que llegó al lugar se fuera y deje tranquilo a este hombre quien no quiso identificarse.
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