Jaime Barrios ha fallecido a los 73 años la tarde del sábado 7 de julio, y con él Bolivia ha perdido a uno de los músicos más activos y vigentes de las últimas cinco décadas. Es innegable, como invaluable, el aporte al acervo nacional que el grupo Los Brillantes ha dejado, no sólo en la interpretación del folklore criollo, sino en la orquestación de música popular. Pues si bien Barrios, como fundador de Los Brillantes también ha sido creador de las animosas y muy sonadas “Carnestolendas”, asimismo ha sido estandarte musical boliviano, dada su prolija producción musical en el extranjero, en tiempos en que, en nuestro país, no existían las condiciones tecnológicas para registrar su talento musical tanto en la composición, los arreglos y la dirección orquestal.
Así se puede constatar, para orgullo nacional, consultando su discografía que tuvo un inicio brillante en el Brasil, y que con el avance tecnológico se atrincheró en nuestra patria. El sólo observar las portadas de sus discos permite entender la versatilidad musicalidad de Jaime Barrios, a veces guiando una orquesta de cámara, otras como trío y, cuando ameritaba, acompañado por una comparsa valluna, serpentinas y todo.
Los compañeros del legendario trío de Brillantes, Rubén López y Jorge Veneros, migraron sus almas al cielo mucho antes, y con ellos un pedazo de la historia de la música popular boliviana. Pese a ello, como todo músico, prisionero o liberado por la música, siguió carrera organizando Los Brillantes Junior, esta vez formando una orquesta que ha significado para Cochabamba y el país la oportunidad de contar con una excelente propuesta musical en acontecimientos sociales.
Siempre vestido de una gala impecable, Jaime arrancaba cada presentación con una tanda instrumental compuesta por creaciones propias y arreglos para steel guitar, acompañados por la orquesta. Como intérprete de la steel guitar se ha caracterizado por su buen gusto y una gran destreza, siendo a la fecha de su muerte el único músico boliviano en cultivar la ejecución de este instrumento de sonido tan particular.
Me imagino que a esta altura del artículo se preguntarán ¿qué es la Steel Guitar? Bueno, ahí les va: se trata de una guitarra sin caja de resonancia, que se dispone horizontalmente para tocar sobre las piernas o sobre un pedestal con patas. Para su interpretación se utiliza un dispositivo denominado “steel” que se desliza sobre el brazo de la guitarra y una púa que se usa a la clásica manera de las guitarras eléctricas rockeras.
Esta guitarra también se conoce popularmente como guitarra “hawaiana” por su origen a inicios de los años 20 del siglo pasado. Este tipo de guitarra igualmente es muy utilizada en el género de música country estadounidense, y tiene el mérito de haber acompañado la génesis del blusero conocido como Hillbilly. El sonido de la música de cierre de la serie animada Bob Esponja puede ayudarnos a distinguir el sonido peculiar de la steel guitar.
Como se observa, steel guitar es un instrumento poco usual, cuyo encanto ha seducido a músicos importantes en el mundo como Jerry Biyrd, considerado como maestro de la steel guitar; o Ben Keith, quien acompañó durante muchos años a Neil Young y quien tocara alguna vez con el ex – Beatle Ringo Starr. En el ámbito rockero, el sonido de la steel guitar que más se celebra es el generado por David Gilmour, guitarrista de Pink Floyd, para emblemáticos temas como “One of these Days”.
En esta ocasión también debemos celebrar que Bolivia tuvo un intérprete que capaz de generar gratos sentimientos de paz y placer al escuchar a Jaime Barrios interpretar la steel guitar. Placer que en los últimos años fue compartido por miles de personas que contaron con el acompañamiento de Los Brillantes Junior en los momentos más especiales de sus vidas.
Como sucede con las almas musicales, las horas seguidas a la muerte del artista, su casa, ubicada en la calle Antezana, se ha llenado de visitas y saludos cariñosos dirigidos a los deudos, una familia musical que ha convocado a sus integrantes desde distintos lugares del mundo para reunirse en torno a la memoria del promotor del lenguaje musical, un lenguaje de amor. Desde ya, no faltó la presencia de reconocidos artistas, de toda generación, de nuestro medio, y merecidos homenajes a la persona, al músico, al artista.
Jaime Barrios, potosino de origen, velado por amigos, familiares y una constante compañía musical, ahora descansa en paz en un sitio especial destinado a notables de Cochabamba, otorgado en correspondencia a sus años de aporte a la cultura cochabambina y nacional. Hoy, a una semana de su deceso, estamos seguros que el cielo ha ganado un nuevo ángel musical y, si prestamos atención esta misma noche, veremos en el cielo en forma de estrella a Jaime Barrios, el último Brillante.
Personalmente buscaré nuevas estrellas cantando un huayñito de su composición que dice: “Orureñita querida, llorando te he dejar, así había sido mi suerte, llorando te he dejar… ”.
ernestoguevaraquiroz.wordpress.com
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