Abusar para ganar y ganar para someter por Zoe
Es el objetivo de la millonaria campaña electoral del MAS frente a una oposición dividida, sin dinero ni organización para enfrentar al “monstruo” atornillado en el poder.
Evo y los masistas ya no quieren ser inquilinos sino propietarios de Palacio Quemado (Foto Abi)
El MAS y su cabeza única e indiscutible están corroborando todo lo que se decía para advertir los peligros que conlleva la reelección presidencial. Contra toda norma, Evo Morales dedica el 90 por ciento de su “trabajo” a la campaña electoral en vistas a los comicios de diciembre, mientras la oposición lanza manotazos de ahogado esperando que sea la divina providencia la que la salve.
Como era de suponerse Evo Morales está utilizando en su provecho todos los medios que le brinda el control absoluto de los mecanismos del Estado. Este manejo es absolutamente discrecional ynaturalmente le da una gran ventaja respecto a los candidatos de la oposición, cuya debilidad es la mezquindad y la insensatez que les impide armar una alternativa integradora y fuerte que represente una esperanza de cambio al autoritarismo masista.
Ocurre que todo fue diseñado, con la “ayuda” por acción u omisión de una oposición miope e ingenua, para que Evo corra con el viento a su favor y se asegure la reelección indefinida, por cuanto el gobierno está creando las condiciones para reproducir su poder una y otra vez por “voluntad popular” ya que el MAS espera contar con abrumadora mayoría en las dos Cámaras de la “asamblea plurinacional” lo que implica a su vez un control irrestricto del poder Judicial y de la Corte Nacional Electoral.
Es grosera la forma como el presidente Morales presiona a los vocales del llamado Órgano Electoral Plurinacional(OEP) llamándolos a reuniones cuando le viene en gana para exigirles que registren “como sea” a todos los bolivianos que supone votaran por él. Si esto ocurre ahora es de esperar que si es reelecto en diciembre el OEP será un simple apéndice del poder Ejecutivo y sus miembros tratados como empleados de Evo.
Por otra parte, el oficialismo está usando y abusando de los bienes y los recursos del Estado para hacer su campaña. Los medios de comunicación como canal 7, radios comunitarias, la red Patria Nueva, ABI y ni que decir del periódico Cambio están enteramente a su disposición. Todos pueden constatar que el canal que debiera ser del Estado- y que todos los bolivianos mantenemos con nuestros impuestos- ha sido tomado por MAS y no hay hora en la que Evo no aparezca repitiendo hasta el hastío sus discursos trillados y sus chistes de mal gusto.
En las concentraciones son usados abiertamente los vehículos del Estado lo que significa no solo una contravención a las normas electorales sino también un mal uso de los bienes de propiedad pública, sin embargo el contralor masista Gabriel Herbas que se muestra tan quisquilloso cuando se trata de la oposición, en este caso no abre el pico y tampoco quiere enterarse de los centenares de funcionarios públicos “declarados en comisión” con goce de haberes, para que se dediquen enteramente a hacer campaña por Evo.
El presidente usa para su campaña electoral obras que han sido construidas con recursos de la cooperación internacional, de las prefecturas y tambiénde los municipios y con el apuro hasta entrega proyectos que no han sido concluidos pero que igual le sirven para hacer concentraciones y lanzar promesas demagógicas a cambio de votos.
Tampoco se puede olvidar la exacción a la que están sometidos los funcionarios públicos, quienes mensualmente deben aportar “voluntariamente” y sin chistar el diez por su ciento de sus salarios y esta situación puede ser corroborada en todas las entidades aunque los jerarcas del gobierno hagan alardes retóricos para intentar desmentir una realidad que es más que evidente.
Finalmente, junto al voto “comunitario”, el acarreo de gente a regiones “opositoras” para “ganar esta vez como sea”, se agregan la prohibición de que los partidos opositores hagan campaña en determinadas regiones como El Alto, Chapare, Achacachi y otras localidades. Es la guinda sobre ese pastel indigesto que nos está haciendo probar a bocados cada vez más grandes Evo Morales.
Sin embargo es preciso estar prevenidos ya que si bien lo que hemos visto hasta ahora es deplorable estamos muy lejos de haber probado todo el veneno que nos tiene preparado el MAS. Sin embargo contra el veneno el antídoto y este dependerá del grado de conciencia y madurez que exprese el pueblo boliviano el 6 de diciembre.
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