El actual Gobierno ha manifestado una constante animadversión a la prensa independiente. Hace un par de días, las muy respetables señoras ministras del gabinete ministerial fueron llamadas a formar un frente con el propósito de hacer decir a la Constitución , que, en ausencia del Sr. Presidente y de su vice, asumía interinamente el poder la presidenta de la Cámara de Senadores, mientras Evo Morales viajaba a Cuba y a Naciones Unidas, y el Vice García Linera se iba de viaje de bodas al exótico Vietnam. Lo cierto es que la Constitución deja un vacío en este caso. Pero el Presidente lo resolvió a su manera: entregó el bastón de mando a la presidenta del senado,la Dra. Doña Gabriela y punto final. Por su lado, el grupo Fides comentó el hecho por medio de una simple lectura de la carta magna. Esta versión fue entendida por las señoras ministras como un acto de sedición. ¡Dios mío, qué hipersensibles…!
La pataleta de las ministras me recuerda a las antiguas sufragistas británicas y norteamericanas del siglo XIX y principios del XX, cuando las mujeres luchaban por votar en las elecciones, como los hombres. En el inútil conflicto con el grupo Fides salió a relucir el espíritu de cuerpo o, si se quiere, el espíritu de género a favor de la presidenta del Senado, Sra. Montaño. Pero, Doña Gabriela habrá tenido la satisfacción de haber ocupado el palacio quemado y de haber reposado su humanidad en el sillón presidencial, aunque sólo interinamente durante cuatro días. La presidenta interina no tuvo otros problemas que el de su legitimidad, cuestionada por algunos constitucionalistas. En cambio, entregó diez tractores de fabricación iraní, seguramente los primeros de esa procedencia. ¿No será a cambio del tan mentado uranio? Por lo menos es una pista que confirma los confusos planes gubernamentales de expandir el comercio con Irán, a pesar de las sanciones que le han impuesto, tanto el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, como la Unión Europea. Ambas intentan frenar el progreso en la fabricación de armas nucleares por parte de Teherán, y no sólo instrumentos para uso pacífico como afirma el gobierno de aquel país islámico.
Pero volvamos a la pataleta de las señoras ministras. Todas a una contra la prensa. Antonio Vargas, presidente de la Asociación de Periodistas de La Paz comentó que los ataques contra el director del grupo Fides no tienen ni pies ni cabeza. Son intentos de amedrentamiento a la prensa independiente.
Como si el Gobierno no tuviera problemas mucho más complejos, tales como el desorden que reina en las minas, el diferendo marítimo con Chile, tema que Don Evo dejó de tratar seriamente en su larga exposición ante la asamblea general de Naciones Unidas. Pues, ni por estos méritos ni por otros, le van a otorgar el premio Nóbel al Sr. Presidente Evo Morales, por mucho que lo proponga la heroína guatemalteca, Rigoberta Menchu.
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