Como informó El Semanal Digital, Zelaya y su familia fueron detenidos en su residencia en Tegucigalpa. Horas después se resolvía la incógnita sobre su paradero con unas declaraciones hechas en el aeropuerto de San José antes de viajar a Managua. Zelaya condenó enérgicamente lo que calificó de golpe de Estado y llamó a la comunidad internacional a poner todo su empeño en la restitución del orden y el estado de Derecho.
"Estoy en el aeropuerto de San José. He sido víctima de un secuestro brutal de parte de algún grupo de militares del Ejército" dijo Zelaya en entrevista telefónica con la cadena multiestatal Telesur, transmitida en simultáneo por la estatal venezolana VTV. "Estoy aquí en San José como presidente de Honduras. Voy a ir a Managua (Nicaragua) como presidente de Honduras. Voy a ir a exigir los derechos del pueblo hondureño (...) Mi período termina hasta el 2010", subrayó Zelaya, después de aclarar que no ha pedido asilo en Costa Rica.
La ministra de Exteriores hondureña, Patricia Rodas, también ha sido detenida por el Ejército, según informó el embajador de Venezuela ante la OEA, Roy Chaderton, quien calificó la situación de "secuestro", al igual que la del presidente Zelaya, en declaraciones recogidas por Telesur. Entretanto, miles de personas se mantienen concentradas frente a la Casa Presidencial, en Tegucigalpa, para hacer una "resistencia pacífica".
Su detención se ha producido unas dos horas antes de que se iniciara la "consulta popular" convocada por Zelaya para reformar la Constitución pese a haber sido declarada ilegal por organismos como el Parlamento y la Corte Suprema de Justicia. La programación de las emisoras de radio fue interrumpida por unos instantes, alrededor de las 07.00 hora local (13.00 GMT), pero tras unos minutos retomaron su actividad habitual. Los medios están haciendo llamamientos a la población a que permanezcan en sus casas y esperen una comunicación oficial por parte de una autoridad que no ha sido identificada.
Las reacciones a nivel internacional no se han hecho esperar. Tanto desde EEUU como desde la UE se ha condenado el golpe militar. El ministro español de Asuntos Exteriores,Miguel Ángel Moratinos, pidió la inmediata restitución del orden constitucional, según anunció en Corfú. La OEA, por su parte, ha convocado una reunión urgente para analizar la crisis y defender la estabilidad democrática del país. En otro sentido, el presidente venezolano, Hugo Chávez, condenó y repudió el "golpe de Estado troglodita" contra su colega de Honduras, Manuel Zelaya, y alertó que "llegó la hora del pueblo" y de los movimientos sociales de ese país centroamericano.
Su homólogo y aliado boliviano, Evo Morales, ha llamado también a repudiar el "golpe".Morales llamó a organismos internacionales, a sus colegas de Latinoamérica y a dirigentes de movimientos sociales "a condenar y repudiar este golpe de Estado militar en Honduras".
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