La aparición pública del Ministro de Gobierno, exhibiendo en la televisión una fotografía en la que aparece un grupo de personas vestidas con uniforme camuflado y portando armas, puso a la autoridad gubernamental en figurillas, y en entredicho la seriedad de las investigaciones que se llevan adelante sobre el desmantelamiento de un presunto grupo terrorista conformado por ciudadanos bolivianos y extranjeros.
Con la fotografía en mano, tomada en algún lugar de Santa Cruz, el Ministro aseguró la existencia de campos de entrenamiento paramilitar y de grupos armados que estarían alistándose para atentar contra el orden legalmente establecido.
Grande fue la sorpresa cuando las personas retratadas en la fotografía aparecieron públicamente y demostraron que visten dicho uniforme porque tienen entre sus pasatiempos un juego-deporte conocido y practicado en algunas ciudades de Bolivia y en varios países del mundo, que consiste en —por decirlo de la manera más simple— en jugar a la guerra, con imitaciones de armas.
Así pues, la fotografía exhibida por el Ministro de Gobierno como una prueba contundente de la existencia de grupos armados que pretendían cometer un magnicidio, resultó siendo nada más y nada menos que la imagen de un grupo de amigos, con armas de juguete, que practican ese entretenido deporte.
Tremendo papelón, pues, el del ministro Rada, que habla muy mal de las versiones que está ofreciendo el Gobierno Nacional sobre el operativo policial en el que resultaron acribillados tres supuestos terroristas en un céntrico hotel de la capital oriental.
No hay comentarios:
Publicar un comentario