Frente a los planes totalitarios del MAS, que de cara a las elecciones de diciembre se han concentrado en dos estrategias precisas: Aprobar la Ley Electoral Transitoria mediante cerco o transfugio porque no aceptarán que esta ley pase por una discusión congresal y continuar de largo con el Padrón Electoral a pesar de las denuncias de distintos actores políticos y de consultores y de las observaciones hechas incluso por los veedores de la Comunidad Económica Europea, que recomendó una revisión y auditoría del padrón profunda antes de cualquier acto eleccionario, las organizaciones de la oposición que exigen redireccionar la democracia han planteado que se abocarán a la recaudación de las firmas necesarias para solicitar un referéndum en el que el pueblo boliviano defina si acepta o no ir con un padrón sobre el que pesan tantas dudas y pruebas de fraude o si el pueblo exige que se haga un reempadronamiento que permita transparentar las elecciones que están marcadas para diciembre próximo.
Con seguridad que el Gobierno echará el grito al cielo y comenzará a buscar toda suerte de acusaciones para tratar de criminalizar a la oposición por hacer uso de esta iniciativa democrática.
Estamos seguros que plantearán que este es un boicot a las elecciones, que se está gestando un golpe de Estado y todas esas alharacas muletillas con las que el Ejecutivo se ha acostumbrado a encarar asuntos serios y que con seguridad requieren otro tipo de enfoque que no sea el eterno manoseo de la manipulación y del trabajo emotivo goebeliano que es el recurso con el que se mueven en primera instancia los que quieren hacer lo que les viene en ganas a espaldas de las demandas justas y de las exigencias opositoras que plantean una evidente desmesura en el manejo del poder de parte del Gobierno actual.
De cualquier manera ésta no será, con seguridad, la única respuesta, porque luego vendrán otras que ya han dejado entrever que los actores del Gobierno estarían preparando para romper la determinación que está calando en las filas opositoras de no ir a elecciones sin antes tener reglas claras y condiciones equitativas y justas, lo que por supuesto es lo menos que pueden pedir quienes quieren seguir conservando la democracia y piensan con prudencia y cautela que en las próximas elecciones se juega el destino del país y que los dados no pueden estar cargados de entrada para que este destino se juegue en una justa eleccionaria en que la oposición asistiría maniatada, con camisa de fuerza y la horca preparada, mientras el oficialismo ya está acomodado para pasar por embudo a la obtención de todos sus planes de hegemonía.
De todas maneras, sería bueno que los departamentos que decidan el camino de un referéndum por limpieza del Padrón Electoral, estén preparados porque la lucha no será democrática ni se resolverá por quien tenga razones o se ajuste a un marco legal, la lucha será salvaje, despiadada, y el oficialismo usará todos sus recursos, considerando el hambre y la desesperación que tienen por aferrarse al poder y llegar a sus metas de poder totalitario, cuya última barrera a cruzar son estas elecciones que ya tienen decididas, resueltas y ganadas de antemano. (De Centa Reck)
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