Santos óleos
Toda vez que Santos Ramírez fue remitido de manera preventiva al penal de San Pedro, no nos queda ninguna duda de que el MAS se decidió a sacrificarlo. Los sacrificios políticos nunca tienen un solo fin, puesto que generalmente sirven a varios objetivos y se convierten en símbolos con múltiples significados y diversas lecturas a fin de contribuir a la economía del poder que necesita mitificar y simbolizar ciertas acciones, para armar y reorganizar mediante ellas la épica que sostenga al proceso en cuestión.
Podemos decir que el Gobierno de Evo Morales ha decidido dar un paso en este sentido, puesto que a esta altura de la presente gestión, había ido de tropiezo en tropiezo, tratando de esquivar los múltiples actos de corrupción cometidos por sus funcionarios. En este sentido podemos afirmar que ya le era prácticamente imposible detener la avalancha de descontento y de evidencias que habían roto la barrera de la tolerancia en el caso del presidente de la nacionalizada YPFB, caso doblemente cuestionado por haber llegado incluso al crimen.
Pero la desmesura de los robos cometidos al Estado por este funcionario, no son la única causa de que Santos haya sido el elegido, pues también existen otros móviles, que se deben tomar en cuenta, como es el momento político que está viviendo el partido y en especial Evo Morales que necesita una buena dosis de credibilidad y consenso para poder implementar los cambios que está camino a realizar después de la aprobación de su constitución y sobre todo, porque se encuentra nuevamente en campaña electoral frente a su candidatura a la reelección marcada para diciembre del presente año.
Santos, con los millonarios robos, no podía ya pasar desapercibido, y estaba por supuesto camino a arruirnarle totalmente el pastel electoral al ahora otra vez candidato Evo Morales.
Pero tengamos toda la seguridad de que este sacrificio político, este objeto sacrificial del que ha echado manos el MAS y el presidente, arrastrará muchas consecuencias, puesto que el precio que va a pagar el Presidente será mínimo en relación a los réditos que espera cosechar con el apresamiento de su ex hombre de confianza y uno de los pesos pesados de su gobierno.Cuenta la leyenda política de Sadan Hussein, el ex dictador que tiranizó Irack, que mató él mismo a su mejor amigo y su colaborador más cercano, para demostrar su frialdad, la sangre fría que tendría y la veta de insensibilidad que conservaría a lo largo de su dictadura; precisamente con el cometido de labrarse el mito de que si se atrevía a matar a su mejor amigo, seguro que sería un hombre capaz de todo por conservar el poder.
Los santos óleos que el Presidente le ha dado a Santos Ramírez, esta extremaunción que lo lleva a la cárcel de San Pedro donde antes llevó a quienes identificó como los que obstaculizaban sus planes de Gobierno, es ya parte de la leyenda que está labrando para cimentar su poder, tratando de proyectarse como un hombre que se deshace de sus amigos y de sus enemigos, cuando tocan la estabilidad de su gestión.
Santos le servirá también de aquí en más, para impulsar su política de persecuciones que ya tiene prevista y planificada. De aquí en adelante todos pueden estarse haciendo la señal de la cruz, puesto que si Santos llegó a San Pedro, es mucho más fácil que lleguen los que le estorban, los que son opositores, o aquellos que le resultan antipáticos o molestos.
Sin embargo, no podemos negar que existe una ola que todavía lo tiene bajo amenaza al presidente y es la que produjo Quintana con similares acciones de corrupción y que Morales ha intentado invisibilizar o redimir con la culpabilización de Santos Ramírez. Quintana, quien es un hombre de todo trecho, acostumbrado a lidiar con lo peor de sí mismo y de los otros, quiso salir a la palestra a dar un comunicado respecto a la aprensión de Santos Ramírez; parece que lo frenaron a tiempo y en consecuencia nos perdimos una pieza de antología y tuvimos que aguantarnos a Iván Canelas en el papel bufo de Iván el Terrible.
Es evidente que Quintana, se quiere santiguar con los santos óleos. Parece que alguien se las tenía jurada a Santos, y ese alguien es muy hábil porque planificó los tiempos, porque supo cuando hacerlo caer, cuando arrodillarlo y cuando usarlo como síntoma y símbolo de los tiempos y la época de cuchilleros que están detrás, delante, encima y abajo del trono de Edipo rey.(autoría de Centa Reck de Hoy Bolivia)
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