El ministro de la presidencia Juan Ramón Quintana tiene una pésima imagen dentro del país. Su palabra está tan devaluada que cuando se lo escucha haciendo alguna declaración, automáticamente los oyentes conciben que la situación debe ser exactamente todo lo contrario a lo que acaba de plantear. Todos saben en su fuero interior que Quintana miente sin empacho, que no tiene ninguna moral para hacer las declaraciones que hace porque su palabra no tiene crédito para impartir ordenes, o para incriminar a otros, porque es un hombre no sólo cuestionado, sino acusado de contrabando, de haber provocado violencia y desencadenado muertes para tomar precisamente el departamento de Pando.
La imagen de Quintana no se va a recuperar porque el Presidente se hace el del otro viernes, o porque lo hace desaparecer o reaparecer en situaciones en las que cruza la pierna en palacio y habla con power point incluido de supuestos delitos cometidos por sus perseguidos políticos.
Quintana, ya tiene una imagen consolidada como una persona desautorizada por sus propios actos y por el tufo de corrupción que estos destilan. Y pese a esto, y de manera incomprensible el Presidente de Bolivia persevera en tenerlo como su ministro, inexplicablemente lo ha ratificado y lo ha puesto otra vez a su lado dándole cuerda para que se le enfalde como un muñeco de ventrílocuo, hablando sobre leyes, sobre moral y animándose a seguir planteando supuestos delitos de los opositores.
Evo Morales no se da cuenta que las palabras de Quintana son contraproducentes, no sólo caen en saco roto sino que tienen efecto contrario, son en realidad una caja de resonancia que le tira m…. con ventilador al propio gobierno, así Quintana se haga el fiel y el que le echa flores a su gobierno, por el simple hecho de que todos los que lo escuchan hablar saben que lo que dice es falso, que hay sobrados indicios de sus acciones oportunistas, puesto que ha sido empleado de un ministro del ex presidente Banzer y participó de un negociado en el que se compró un avión con el dinero recibido como ayuda social por el terremoto de Ayquile.
Verlo a Quintana frente a las cámaras de televisión produce un malestar tal que exige expulsarlo de la vista de inmediato, lo que prueba que la protección del Estado no es suficiente, que tampoco es suficiente que la comisión de Masistas del parlamento, a la cabeza de Javier Zabaleta, haya cerrado el caso de la investigación que lo incrimina por el contrabando de 33 camiones y haya evitado que este se careara con el Gral López y con el vicealmirante Bandeiras, acusado también de corrupción y puesto a pulso como prefecto de Pando.
Podemos asegurar que Quintana es más rechazado que Santos Ramírez, su figura es más objetada que la de Santos y sin embargo y pese a ello sigue haciendo de las suyas, sigue impune y reprimiendo, moviendo a los militares subordinados a perseguir personas en Pando y en Riberalta. Sigue viajando a tierras Pandinas y del Beni a mover los cuchillos largos de la represión que impera en Bolivia.
Ayer Quintana, se metió en una entrevista que la red Erbol le estaba haciendo al Senador Roger Pinto, en el que este lo incriminaba como autor de los nuevos secuestros ocurridos en Pando. No debemos olvidar que hubieron vestigios de que Quintana habría pagado un sicario para hacer matar a Pinto, caso que también quedó en el tintero que tiene tinta lavable cuando se trata de Quintana. El debate que se armó en medio de la entrevista, terminó con palabras irreproducibles cuando el Senador Pinto le dijo entre otras cosas que era un "sinvergüenza de Quinta".
No podemos terminar esta apreciación, sin antes decir que la Iglesia Católica ha mostrado en este momento una posición absolutamente valorable, una actitud que la lleva al sitial de luchadora por los derechos humanos, que antepone a todos los sinsabores el cumplimiento del deber, de su apostolado que la lleva a proteger a quienes están expuestos a atropellos y violencia de Estado, como este que ahora está perpetrando el gobierno bajo órdenes de personeros como Quintana que se ensañan contra un pueblo indefenso.
El Vicario Apostólico de Pando, respaldado por la Conferencia Episcopal Boliviana, salieron en defensa del resguardo de los derechos, con la misma voz y con la misma fuerza que antes, desde los años 90 pasando por el 2000 al 2003 salieron en defensa de Evo Morales y sus correligionarios.
Claro que deben estar sorprendidos del giro que dan las manecillas del reloj de la historia, pues, ¡Quién iba a decir que estos se iban a transformar en los nuevos lobos feroces, los nuevos opresores de sus pueblos! (Acertadísima nota que retrata la figura de Quinta por Centa Reck)
No hay comentarios:
Publicar un comentario