Por ahí dicen que Gustavo Torrico, el diputado masista de esos que bien bailan, está sumamente nervioso por las posibles implicaciones del caso Santos Ramírez y está haciendo “conejitos” para que el caso de corrupción más que manifiesta en YPFB no lo salpique demasiado porque para problemas ya tiene demasiados.en la página de Ernesto
Justiniano aparece el agudo comentario de ZOE que es genial!
santos no actuaba sólo. tiene
socios poderosos y está a punto de hablar. por ello lo pone al vacío porque "sus
cumpas" son poderosos incluyen al "hermano bobo" del cocalero, al parlanchín
torrico, al trío palaciego y otros que si son descubiertos harían caerse al MAS.
se teme por la vida de santos que podría ser silenciado por gente del MAS, para
recomentar el entuerto.
Su preocupación nace de la aparición en escena de la Fundación Khantati. Esta fundación es una de las tantas que formaron los militantes del MAS para tener participación en el festín que se inició hace tres años.
Dentro de la repartija a la Fundación Khantati le tocó el área de viviendas sociales y Torrico, con ese sentido de la oportunidad que le caracteriza, vio que ahí estaba lo suyo. Finalmente tenía experiencia en eso había vivido durante años con los generosos aportes de los adjudicatarios del Fonvis pero para los cuales no ha hecho nada hasta la fecha, excepto poner a sus parientes y allegados en importantes cargos de esta institución ahora en liquidación.
La oportunidad era inmejorable y se comenzó a montar el negocio con Javier Navia, hermano de Jiovana, la esposa de Santos Ramírez. Este último interpondría sus buenos oficios para que Khantati tuviera participación en la adjudicación de estas viviendas.
Desde el inicio la Fundación Khantati fue por un camino sinuoso. Tramitó su personería jurídica en la Notaría de Gobierno de la prefectura potosina y se registró como una entidad privada sin fines de lucro. Sin embargo fijó su domicilio legal en La Paz , en la avenida Tejada Sorzano, justamente donde fue asesinado Jorge O´Connor.
No está demás recordar que la prefectura potosina está en manos del MAS y más directamente de Santos Ramírez por tratarse de su departamento natal, lo que naturalmente ayudó mucho a que se salvaran ciertos requisitos.
De acuerdo a informes del Viceministerio de Vivienda, en el caso de las viviendas sociales, es decir construidas a bajo costo y a bajos intereses, el Estado aporta el 60 por ciento del costo en tanto que la entidad promotora debe aportar el 40 ciento.
Khantati, vía Santos Ramírez y Gustavo Torrico hizo un amplio lobby ante diversas organizaciones no gubernamentales extranjeras para conseguir los recursos que le permitan realizar el aporte del 40 por ciento sin mayores resultados.
Sin embargo, como el negocio prometía no era conveniente dejarlo de lado así por así y con la aguda imaginación que caracteriza a los masistas se vio que muy fácilmente que las correas podían salir del mismo cuero y multiplicar las ganancias que de por si se obtenían con las licitaciones fraudulentas en YPFB.
Los “diezmos” que debían ser entregados a Santos Ramírez podían muy bien ser traspasados a la Fundación Khantati ya que, en todo caso, se trataba de un negocio seguro que involucraba la futura construcción de veinte mil unidades habitacionales. Finalmente la adjudicación estaba asegurada con el concurso del primer hombre del MAS.
Sin embargo algo salió mal y alguien quiso pasarse de listo y consideró que más valía pájaro en mano y decidió hacerse de 450 mil dólares sobre la marcha sin más trámites que un disparo en el rostro del portador del dinero en la puerta misma de la casa identificada como domicilio legal de la Fundación Khantati.
Los detalles y los protagonistas de esta oscura y delincuencial trama están por conocerse y amenazan con involucrar a lo más selecto de los asiduos visitantes del Palacio de Gobierno y el Palacio Legislativo. Como era de esperarse, se están haciendo los más grandes esfuerzos para intentar tapar el tema y desviar la atención. Por de pronto han desaparecido de la Prefectura potosina el Estatuto Orgánico y el Reglamento Interno que presentó la Fundación Khantati para obtener su personería jurídica.
Queda claro que en esos documentos aparecen algunos nombres que al gobierno no conviene que se hagan públicos. Santos Ramírez sabe también que en su caída podría arrastrar a muchos jerarcas del gobierno, se comenta que entre ellos se cuenta al hermano del Presidente, algunos ministros y al propio Evo.
No en balde Santos se apareció el pasado sábado en el acto de promulgación de la nueva Constitución en El Alto; se ubicó muy cerca de Evo y nadie, ningún masista, le dijo nada. El mensaje no podía ser más claro: “yo se todo y si me joden los jodo”.
Todo apunta a que este asunto tiene muchas mas aristas de las que aparecen en los medios. Para empezar la millonada de plata que Ramírez y su entorno recaudaron, producto de las coimas en YPFB, estarían a buen recaudo en cuentas de bancos del exterior y los bienes que habría adquirido, también. La suntuosa casa de la que se habla, no es la que dice compró para la presidencia ejecutiva de YPFB, ubicada en Obrajes y que por tanto sería patrimonio de la empresa. Es otra, ubicada en la calle 15 de Calacoto, cuyo precio supera el millón de dólares y que previsor como es don Santos, no habría registrado a su nombre, pues para eso existen los “palos blancos”.nada,
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