¡Quién diría!
De Dante Pino Archondo
¡Quién diría, quién diría, en Bolivia está la CIA! Y quien se hubiera imaginado que Santos Ramírez, de consumado socialista del siglo y comunitarista de Potosí e indigenista de todos los colores, de pronto resultó ser un agente de la CIA, que se infiltró en YPFB para tumbar al gobierno del hermano Evo. Yo esta trama no me la pierdo, gana un Oscar al mejor guión.Es que en el Palacio no tienen otra manera de justificar la corrupción que los embadurna a todos. Decretos que liberan a los masistas en función pública para cumplir con la ley y los requisitos del buen manejo de la “cosa pública”, son las llaves ganzúa con las que se fortificaron en sus bunkers ministeriales y a partir de ahí, se producen a diario: licitaciones directas con sobreprecio, compras estatales a los hermanos comerciantes, contrabando legalizado, trajecitos talla 4 en la Administradora de Carreteras que licita a empresas brasileras y luego les inicia juicios, tractores que se reparten y están en viviendas de los hermanos jilacatas, coimas con riesgo de muerte y todo un mundo de cambios profundos.
Pero ¡oh, maldiciones gitanas! Todo eso fue planificado, urdido, ejecutado por agentes doble cero a la izquierda. Con pasamontañas cubriéndoles el rostro y sin que el hermano Evo, el ducho Quintana, el educadito Rada, el todo ojos Arce, la inmaculada Suxo y nada menos que el señor de “todos los poderes” García Linera no se hayan dado “de cuenta”.
¡Qué hacer, qué hacer, ¿para poderles convencer?!Ya sé, vamos a decir que es la CIA, el imperialismo del negro Obama, los gringos, que se encaramaron en Yacimientos y nos traicionaron. Así los cocaleros masistas se tragan el sapo y nosotros la coca. Es que no hay derecho, ni izquierdo que se resista a la CIA. O sea que al Santos lo convertimos en Diablos de la CIA. Y listo el pollo. Esito sería todo.
¿Acaso el pueblo digno, revolucionario, combatiente de los cocaleros no nos van a creer? Porque si no estamos jodidos hermanos, vamos a tener que multiplicar por cuatro el fraude de fin de año. Es decir el Chapare tendrá que amanecer con un millón de habitantes y la ciudad de El Alto con un millón quinientos mil, por lo menos y todos mayores de edad.
¿Quién va a declarar esta craneada? Tú pues hermano Evo, a vos nomás te creen todo, al Quintana ya no le cree ni su mujer, así que vas a tener que sacrificarte una vez más por la causa.
Dicho y hecho. Se fue al Chapare donde la coca abunda y la merca pulula libre. Y soltó la bomba. Ahora todo el mundo quiere saber cómo fue la cosa, es decir las pruebas de este complot imperialista. Será la nota del año. Pero mucho me temo que todo quede en suspenso.
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