tres momentos con Paulovich

escenario uno: casa de la acción católica, ex-nunciatura apostólica, la paz (1955)

habíamos acudido a la sede de gobierno en nombre de la juventud católica desde Potosí, mi ciudad natal. nos hospedaron los jecistas paceños en sopocachi, donde alfonso prudencio claure y pilar, su esposa recién llegados a Bolivia de regreso de Madrid, se hospedaban en la misma casa. al desayuno estábamos todos juntos. entonces conocí a Paulo, cuyas cartas ya podíamos leér en el semanario Presencia que llegaba puntualmente al obispado potosino donde compartíamos una mesa con otros movimientos de la Iglesia. Paulo volvía con todo el ardor de sus años juveniles para consagrarse al trabajo de la Iglesia. es decir. al apostolado laico de un periodismo católico que jamás abandonó. otros fervorosos líderes hicieron equipo carlos andrade, jaime humérez, alberto bailey, luis ossio, benjamín miguel, josé bustamante, eduardo bracamonte, con quienes ya dentro de la democracia cristiana desarrolló invalorable labor en la siembra de las ideas católica que le dieron fermento a la juventud boliviana. descollaba a la hora de las comidas en la casa católica, siempre de buen humor, con geniales ocurrencias, con la alegría de la gracia...

escenario dos: parroquia de asunción de maría. llallagua. cursillos de cristiandad. (1960)

alfonso junto a su formación profesional en la comunicación social, trajo de España el movimiento de los cursillos de cristiandad que estaban dando la vuelta al mundo, innovando la fe, incorporando valiosos elementos a la militante católica, preparando las bases para una profunda transformación de la sociedad y especialmente para acercar a Dios al hombre, a la familia, a la sociedad. todavía no se ha escrito una historia completa del movimiento que alcanzó a lo más granado de la intelectualidad, de la política, incluyendo oficiales de élite de las fuerzas armadas y del mundo de los ejecutivos. también las mujeres con el desempeño de Pilar la esposa madrileña de alfonso sembró raíces entre el elemento femenino de la acción católica y formó líderes que se mantuvieron a la cabeza del laicismo durante al menos tres décadas. alfonso llegó al centro minero de Llallagua donde los padres oblatos de maría inmaculada reunieron por primera vez a los 30 primeros cursillistas entre los que tuve el privilegio de contarme. el rector que así denominamos al responsable de cada cursillo, el malogrado jorge rojas tardío y entre los "rollistas" alfonso que tomaba a su cargo las prédicas más difíciles como la de "sacramentos" lo que solía hacerlo con maestría y profundo conocimiento de la fe y la doctrina católica. no pocas conversiones tuvieron lugar en aquellas jornadas que marcaron nuestra vida para siempre.

escenario: wisquería del hotel regina, calle Resa, Cochabamba. década del 90.

innumerables pláticas, casi siempre rodeado de entrañables amigos, varios de ellos periodistas cochabambinos de la guardia vieja, a quienes Paulovich solía nombrar graciosamente en su columna de perfil. todo parecía cambiar en su entorno, menos alfonso. conservaba la lozanía de sus chistes, su actualización de lo que pasaba en Bolivia, sus puntuales comentarios, aunque nos recomendaba a menudo "no se olviden que escribo crónicas de humor" de modo que no todo lo que digo es serio, no obstante siempre que recuerde, hizo brillar sus luces, su gran conocimiento de hechos y personajes del mundillo político, diplomático, periodístico en los que vivía inmerso. lejos había quedado su tiempo de cursillista, (escribió una confesión "de apostasía) que se ha publicado en los sitios Internet de los Cursillos, su corta incursión en la política como diputado por Achacachi, sus dos años de diplomático en Europa, sus tiempos de lucimiento, de poder, lo que se podría llamar como "sus años dorados", había vuelto al llano con la misma sencillez, aplomo y compañerismo de siempre. estábamos de nuevo con el mismo Paulo de 30 años ha.

corolario: precedido por el cardenal Terrazas recibirá el gran premio de la Asociación de la Prensa por su tesonero trabajo de medio siglo al servicio del periodismo libre, aunque comprometido con la patria boliviana y su cristiana sociedad. bien por alfonso, muy merecido y el augurio porque siga escribiendo esa siempre amena "columna de perfil" para que nos podamos reír en serio.