Restan menos de 80 horas para la celebración en Bolivia del Día del Trabajador de Radio y Televisión. Hora de pensar en el locutor, en el operador, periodista radial, en los técnicos y administradores de la radiodifusión nacional que fuera de toda dura representan el vehículo de unidad, integración y entendimiento entre todos los bolivianos. Desde la primera emisora Radio Bolivia perteneciente a la familia Costas en La Paz, pasando por las legendarias estaciones de Illimani, Altiplano, Amauta, Aspiazu en La Paz, La Plata, Loyola en Sucre, Nacional LAB, Cultura o Radio Popular, Centro, San Rafael, Milenio en Cochabamba, Grigotá y Amboró en Santa Cruz, Los Andes en Tarija, El Cóndor y Bolivia en Oruro, sin olvidar Pio XII en Siglo XX y Nacional de Huanuni, sus operadores locutores y técnicos construyeron la nacionalidad, con esfuerzo, entrega, capacidad.
Esa primera etapa antes de la aparición de la Frecuencia Modulada se caracterizó por unas estaciones múltiples que producían noticias, radioteatros, promociones musicales, relatos vívidos que fueron los animadores de la actividad cultural y artística y deportiva en lo ancho y a lo largo del millón cien mil kilómetros cuadrados de la geografía nuestra.
Luego vendría la hora de las emisoras sindicales, comunales, religiosas que permitió la proliferación ilimitada de radioestaciones en todos los idiomas, en todos los poblados llegando a constituir un "boom" (una explosión) en los tiempos modernos en que ni siquiera existe una nómina oficial del número de emisoras que existen, pasan de un mil para un país escasamente poblado. en la región andina predominan las radios aymaras, en los valles las quéchua y en guaraní las que se ubican en el Gran Chaco. La competencia es ciertamente muy grande y lograr subsistir por sus propios medios las que realmente ofrecen una programación de calidad. Otras muchas son subvencionadas y por desgracia, sujetas a grupos de poder que las convierten den instrumentos de dominación e influencia para cumplir la consigna política, sindical, caudillista de quienes "ponen los recursos" para permitir su funcionamiento.
Es posible que no se hubiese logrado definir con éxito y en medio del consenso el rol que corresponde a la radiodifusión, sin restar para nada el mérito de mujeres y hombres desparramados en llanos, valles y montañas para trasmitir noticias, música, deportes, entretenimiento a raudales.
Les pedimos sumarse al homenaje que el pueblo boliviano debe ofrecer a sus comunicadores el próximo 19 de marzo, Día del Locutor Boliviano.
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