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miércoles, 9 de septiembre de 2009

se pasó al lado de sus verdugos? Ana María Campero quién fue periodista muchos años se convirtió en seguidora de Evo Morales. qué pasó? ZOE de EJ.org


Resultaría injusto restar méritos a AnaMar como profesional periodista y como persona, además de su trayectoria en la Defensoría del Pueblo. Sin embargo esto no quiere decir que se pasen por alto algunos aspectos que probablemente se le escaparon a ella, o al menos queremos creer que fue así, pese a que muchos ciudadanos opinan que la señora Romero hace ya cuatro años que se apegó a Evo solo que ahora lo hace de frente poniéndose la camiseta del MAS.

Sin embargo, resulta evidente que Evo Morales en esta coyuntura la está utilizando para recuperar el voto de una clase media urbana que sabe se le mostrará esquivo como ya lo ha venido haciendo en las pasadas consultas. La clase media ha advertido que el MAS no le brindará seguridad ni respeto y que por el contrario ha elegido un camino de confrontación en el que ese importante sector de la población siempre acaba como mayor afectado.

AnaMar, sin querer, dejó entrever que algo muy turbio se está cocinando ya que reveló que en realidad fue invitada por Evo para ocupar la presidencia del Senado -no conocíamos sus habilidades para predecir el futuro-, pero esta confesión ratifica lo que todos conocen, que el gobierno esta decidido a tomar el control del Senado por cualquier vía, así sea ilícita, de otra forma no podría haberle ofrecido un cargo sin saber cual será la correlación de fuerzas después del 6 de diciembre en la nueva Asamblea Plurinacional.

Pero a parte de este tipo de consideraciones estrictamente políticas no se puede dejar de resaltar lo contradictorio que significa que AnaMar haya aceptado una postulación por el MAS, cuyo gobierno ypresidente, se caracterizan por las agresiones y animadversión hacia los periodistas y medios independientes y esto no lo decimos nosotros, lo dice UNIR, su ONG-fundación, en la que se cobijó luego de la tremenda rabieta que le ocasionó no haber sido reelegida como Defensora del Pueblo en el ultimo gobierno de Sánchez de Lozada, al que luego combatió sumándose a las voces que exigieron su renuncia, tras lo sucesos de “octubre negro”.

Al parecer AnaMar no lee los informes elaborados por la propia entidad que dirige. Si lo hubiera hecho se hubiera percatado que durante el gobierno de Evo, la prensa y los periodistas fueron agredidos de hecho yde palabra en proporciones solo comparables con los gobiernos dictatoriales y si bien es evidente que no hubieron periodistas exiliados, no fue por falta de ganas o “voluntad política”, aunque, por los antecedentes, este un detalle que puede ser subsanado a partir de diciembre si Morales es reelecto.

Es indudable que la palabra de AnaMar tiene peso y es escuchada en muchos sectores de la población. Sin embargo resulta cuestionable que no haya usado esa voz para condenar enérgicamente como lo hizo en otros gobiernos, las agresiones contra sus colegas, que igual que ella hace muchos años, tienen que confrontar los peligros que entraña enfrentarse con el poder para satisfacer el legítimo derecho de la población a informarse.

¿O es que AnaMar cambió tanto que considera que las agresiones contra los periodistas son justificadas? ¿ Es que el “proceso de cambio” le llegó a ella con tanta fuerza que también considera que los periodistas son enemigos del gobierno y que deben recibir su merecido?

No deja de ser paradójico que el presidente haya anunciado su postulación a las pocas horas que se perpetró una brutal agresión contra el periodista y un camarógrafo de la red Unitel cuando cumplian su función al registrar imágenes de la detención de un ciudadano por parte de un grupo policial-militar especialmente montado para reprimir a los opositores.

AnaMar sabe que este no fue un incidente aislado sino que se suma a las decenas de ataques contra los periodistas perpetrados por el actual régimen. Es más no debe olvidar que el principal agresor es el propio presidente del “Estado plurinacional”. Entonces cabe la pregunta de si “desde la presidencia del Senado” defenderá la democracia y la libertad de expresión o avalará las agresiones contra su gremio y en esto solo podemos decir que el tiempo y la conciencia de AnaMar (que esperamos la conserve), lo dirá.

Del Editor: Cuesta realmente creer que Ana María no hubiese cuestionado al menos tres asuntos del gobierno del MAS. Uno. la falta de respeto de EM por la Iglesia Católica, sus ataques y sus medidas destructivas de la Iglesia. Dos. la sostenida política contra la libertad de expresión de la que ANR fue acérrima defensora. las pruebas abundan y la violencia ha sido mortal. Tres. aceptar las permanentes violaciones contra los DDHH que pasan por asesinatos, encarcelamiento, torturas y maltratos de detenidos, exilio de ciudadano e imposición del terror. Qué decepción que una persona declaramente católica militante, activista de la libertad de prensa, y de los derechos humanos, avale con su presencia nada menos que en el Senado Nacional, todos los atropellos, ilegalidades, desórdenes y violaciones cometidas por EM. la conducta de ANR no tiene explicación, cualquier intento de explicar su acpetación de la invitación de EM resulta inaceptable e inexplicable. Qué penar y qué dolor! Con su dependencia del MAS está justificando las nobles causas por las que aparentemente luchó durante muchos años!

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